Gravellona, una galleta de antaño…
Las recetas culinarias siempre han representado un fuerte vínculo entre los migrantes y sus países de origen. Los platos tradicionales de la familia han acompañado recuerdos y aniversarios y, en los viajes de regreso, siempre han sido una oportunidad para la celebración y el encuentro.
Mucho más antigua es la historia del «Gallus nivalis», un pequeño gallo de terracota, de unos diez centímetros de altura, encontrado en una tumba infantil del siglo I d.C. en la necrópolis galorromana de Pedemonte, una aldea de Gravellona. Durante unos meses se exhibirá el Gallus, gracias a la colaboración entre la Superintendencia de Arqueología, Bellas Artes y Paisaje de Turín y laAsociación Arqueológica y Cultural «Felice Pattaroni»,
en el Antiquarium de Gravellona Toce.
Pero su regreso a Gravellona no es solo esto: el jueguito de una niña desconocida de hace casi dos mil años ha inspirado a los estudiantes del Instituto Ferrini Franzosini y del curso Operadores de Producción de Alimentos de VCO Formazione, con la contribución de la Asociación Arqueológica Cultural Felice Pattaroni, y el resultado es una galleta fragante y fragante con aromas intensos y la forma de… un gallo.
«Gallus Nivalis» es la galleta arqueológica nacida del estudio de libros de gastronomía romana como «De Re Coquinaria» de Apicius y «De Re rustica» de Columela. Con una larga vida útil, la galleta está ambientada filológicamente en la época romana pero en perfecta línea con los gustos actuales. El municipio ha emitido al producto la Denominación Municipal.
Una forma nueva, pero ciertamente dulce, de descubrir la historia de Gravellona Toce y contribuir al conocimiento de la zona.